viernes, 8 de agosto de 2008

2 de agosto. Destino: Swakopmund.

No hay aqui transporte publico para blancos,
ya que son duenhos de los bancos
y con el dinero que tienen
compran coches, los usan y los mantienen.
El poco transporte publico por negros es usado,
y por algun blanco despistado.
Estan los minibuses, que sabes que iran y vendran,
pero nunca cuando saldran o llegaran,
o si en medio hacen alguna parada
mas o menos larga o apalabrada.
Preguntas y ni siquiera los lugarenhos
tienen respuesta a estos empenhos.
Tambien existen los coches compartidos,
que suelen ser comodos y divertidos...
si el numero de pasajeros no excede lo permitido.
Ya dice el reran que el tiempo es oro
y muchos lo sudamos por los poros;
lo trabajamos, lo cobramos,
lo pagamos y rapido, rapido lo usamos;
pero si no hay prisa viajar asi esta guachi
pues ves otras cosas y conoces a gente chachi,
aunque a veces es cansado
y llegas al destino reventado
o llenas de polvo y sudor
lo cual espanta a los mosquitos que es un primor.

Asi viajamos desde Tsumeb a Swakopmund, pasando por Otjiwarongo y Usakos. Llegamos a nuestro destino y nos dimos un gran homenaje en un restaurante frente al mar llamado The Lighthouse.

1 comentario:

Manolo Santiago dijo...

he dejado la pnatalla del ordenador echita unasco de arrimarme pa comeros los morros... pero el tacto era algo f´rio, lejano...