martes, 12 de agosto de 2008

9 de agosto. Luderitz













Luderitz es una extranha ciudad,
entre el desierto y el mar,
en una bahia enclavada
y por diamantes rodeada.
Nos hemos ido en un barco,
pero no a los Andes, como Marco,
sino a ver focas, delfines, pinguinos
y otros animales marinos.
Visitamos Kolsmanskop, la ciudad fantasma,
que da un mucho de mal karma:
de ella sacaban diamantes los alemanes,
que alli habitaban como sultanes;
el trabajo sucio y duro los negros lo hacian,
que en los barracones se hacinaban y vivian;
los tenian en cuarentena una semana,
que da asco, pena y mala gana:
los inflaban a laxantes...
por si se habian tragado algun diamante;
tanto por su salud se preocuparon
que la primera maquina de rayos X de Africa compraron.
Al Diaz Point nos hemos acercado
y un ratito hemos paseado;
el mucho viento a la ciudad nos ha hecho regresar
y un poquito la hemos podido visitar.
A una roca nos hemos subido
a ver como el sol se ha ido,
y nos hemos ido a cenar pescado
muy rico, fresco y bien preparado.
Una gran duna a la ciudad se quiere tragar,
lo intenta, lo intenta, lo vuelve a intentar:
hay mucho viento y polvo,
vayas a pie o en volvo.

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